Parafraseando al Pac, "Que el camino no acabe". Llega el momento de la verdad, llega el momento de cambiar las bellas cumbres alicantinas, castellonenses y murcianas por las escarpadas y exigentes cumbres pirenaicas.
Nuestras botas ya acumulan kilómetros suficientes para sentirnos capaces de nuevos desafíos, de retos de verdad, de superar con holgura los 3000 metros sin que nos tiemblen las piernas. Cabeçó D'Or, Benicadell, Mallà del Llop, Migjorn, Plà de la Casa, Montcabrer, Menetjador, Puig Campana, Ponoch, Espuña, Fort del Bernia, Serrella, Penyagolosa, Mariola, El Cid, alguna otra que se me pasará seguro, y en breve la Xortà se han rendido ante el empuje de este heterogéneo y curioso grupo de doming... digo Montañeros/as DE LUJO.
El que más y el que menos ya lleva en su mochila unas cuantas sudadas, un par de "mecagontó que cansao estoy", un sinfín de resbalones y algún que otro piñazo sin importancia. Con bastones y sin bastones, con North Face o Quechua, agua o aquarius barato, café, infusiones y termos calentitos, incluso empalmando con la noche anterior, pero ahí hemos estado. Que no se diga!
Así que, si el verano pasado ya fue la caña, el pròximo promete ser la bomba. Sólo me queda añadir, aunque suene a lema de campamento: "Engánchate, que vas a flipar"
Nos vemos en la cumbre!
1 comentario:
Hola! pues yo, aunque ajeno al grupo y con el consecuente pelibro de morir a base de patear, MA PUNTO! que el pirineo me queda cerquilla y tengo unas ganas de conquistar cumbres...saludos!!
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